Nuestro Padre Jesús Nazareno «El Pobre»

Vélez-Málaga despertó aquel 13 de septiembre de 2025 con el rumor de las grandes citas. Las calles del barrio de San Francisco se preparaban para recibir de nuevo a Nuestro Padre Jesús Nazareno, “El Pobre”, que salía de su templo con motivo del 75º aniversario de su bendición. Nuestra banda tuvo el honor de poner su música en una jornada que el pueblo veleño vivió con el respeto y la entrega de quien vuelve a encontrarse con una devoción que forma parte de su vida.

Desde el entorno del Mercado de San Francisco, la expectación era palpable. Vélez iba a revivir un nuevo Jueves Santo en pleno septiembre. El cortejo se dispuso entre un público expectante que aguardaba al Nazareno con todo el cariño que se le tiene a un padre. Con los primeros acordes de Marcha Real y Anima Christi, el Señor emprendió su caminar, y Vélez se sumergió en una atmósfera única, mezcla de solemnidad y recuerdo.

El recorrido fue un viaje por las calles más íntimas y queridas del pueblo. En Poeta Joaquín Lobato, Mi Esperanza se convirtió en un diálogo sincero con el Señor. En calle Magdalena, Cristo del Amor guió su paso entre la estrechez de las fachadas, regalando estampas que parecían sacadas de una Semana Santa de otro tiempo. Y en Tiendas, El Sueño acompañó el avance sereno del Nazareno entre las miradas cargadas de amor de sus hermanos y cofrades veleños.

Pero fue en Luis de Rute donde todo alcanzó su plenitud. Allí, el Nazareno avanzó entre una multitud sobrecogida mientras sonaban Siervos de tu Humildad, Stabat Mater, Jesús Lacerado, Santa Caridad, Agonía y Todos los Caminos Llevan a la Esperanza. Cada marcha se encadenaba con la siguiente, como si el propio Señor marcara el ritmo. Aquel transcurrir, cargado de intensidad y belleza, fue sin duda el corazón de la procesión y el recuerdo más perdurable de la noche. El resumen perfecto de un recorrido que mezcló recogimiento, belleza sublime y gratitud eterna al protector perpetúo de Vélez.

Cuando el silencio volvió a las calles y el Señor regresó a su templo, supimos que habíamos compartido una de esas noches que no se olvidan, y por ello queremos agradecer, corazón en mano, a la Cofradía de la Santa Vera Cruz de Vélez-Málaga por confiarnos su acompañamiento musical, y al pueblo de Vélez por su calurosa acogida.

Porque aquella noche de septiembre, la música, el recuerdo y la historia caminaron juntos tras la túnica roja del “Pobre”.